POETA EN NUEVA YORK
FEDERICO
GARCÍA LORCA
“Si tuviera que salvar de un naufragio un solo libro de Lorca,
probablemente salvaría Poeta en Nueva
York.”
ANTONIO GAMONEDA
(Los ineludibles, abril 2016)
“Los versos que retocaba y pulía formaban parte de Poeta en
Nueva York, y estaban llenos de ‘sustancia universal, de pasiones y cosas’.”
PABLO
NERUDA
Poeta en
Nueva York es el resultado de la primera visita al extranjero de Lorca: una
estancia que el poeta describió como “una de las experiencias más útiles de mi
vida”. Tras la publicación de Canciones
(1927) y Primer romancero gitano
(1928), Federico confesó en sus cartas estar atravesando una crisis vital,
por lo que necesitaba desvincularse durante cierto tiempo del ambiente andaluz
y de su círculo madrileño de amigos. En 1929, Fernando de los Ríos, antiguo
maestro de Federico y amigo de la familia, propuso que el joven le acompañara
en su viaje a Norteamérica. Los nueve meses que pasó en Nueva York y Vermont y
luego en Cuba cambiaron
su visión de sí mismo y de su arte. No en vano ese fue el primer
encuentro de García Lorca con la diversidad religiosa y racial; su primer
contacto con los rascacielos, con las grandes masas urbanas y con un mundo
mecanizado. Casi podría decirse que el viaje a Nueva York representó
su descubrimiento de la modernidad. Allí exploró el teatro en lengua
inglesa, paseó por el barrio de Harlem con la novelista Nella Larsen, escuchó
jazz y blues, conoció el cine sonoro, leyó a Whitman y a T. S. Eliot y se
dedicó a escribir uno de los libros más importantes de su trayectoria, que se
publicaría cuatro años después de su muerte.
Hay muchos Lorcas en este Lorca excepcional. La mirada triste,
de mar y de cristal, la poesía volando desde el lodo a la gloria.”
JUAN
CRUZ
Federico García Lorca (Fuente Vaqueros, 1898-camino de Víznar a Alfacar,
1936) Poeta y dramaturgo, hijo de una familia campesina acomodada, estudió
filosofía y letras en Granada y Madrid, donde hizo amistad con Dalí, Buñuel,
Alberti y Aleixandre. Se le adscribe a la generación de poetas del 27, que
combinan la tradición con el vanguardismo. Entre su obra poética destaca Romancero gitano, Poema del cante jondo, Llanto
por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías y Poeta en Nueva York. En cuanto a su producción teatral, cabe
señalar Mariana Pineda, Bodas de Sangre,
Yerma y La casa de Bernarda Alba,
estrenada por Margarita Xirgu en 1945 en Buenos Aires. En 1936, en los
comienzos de la Guerra Civil, fue detenido y fusilado por los rebeldes.
“(…)
Un día de julio de mucho calor y gran alarma José Bergamín vuelve a su oficina
en la revista Cruz y Raya y encuentra sobre la mesa el sobre con el
manuscrito de Poeta en Nueva York
y una nota breve que le ha dejado su
amigo. Lorca ha venido a verlo para ultimar detalles sobre la publicación del
libro. Pero tenía prisa por algo y no ha podido seguir esperando. En una cuartilla
con membrete de la revista ha
garabateado un mensaje rápido. ‘Querido Pepe: He estado a verte y creo que
volveré mañana. Abrazos de Federico’. Ese mañana que no llegó nunca nos estremece
todavía porque pertenece al calendario quimérico de lo que podía haber sido.”
ANTONIO MUÑOZ
MOLINA
Para más información y ejemplares de
prensa:
Agnès Font
Navona Editorial
Pau Claris, 167, 3r 1a
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