43.- Prométeme que te pegarás un tiro, de Florian Huber

 

Prométeme que te pegarás un tiro, de Florian Huber, una magnífica obra que explica uno de los episodios menos conocidos de la historia europea del siglo xx, la epidemia de suicidios que barrió Alemania al caer el nazismo. En 1945, el Tercer Reich cayó y Adolf Hitler se suicidó en su búnker de Berlín. Pero no fue el único que decidió acabar con su vida. Con la caída del régimen nazi, miles de alemanes de a pie se ahorcaron, pegaron un tiro, envenenaron o ahogaron, siguiendo al Führer a la muerte. Muchas de estas muertes fueron provocadas por el terror ante el avance de las tropas soviéticas o por los sentimientos de culpa, pero, como sucede a menudo, la explicación no es tan sencilla. En esta original y brillante investigación histórica, Huber explora las raíces y consecuencias de la relación entre los alemanes y el Tercer Reich, lleva a una nueva comprensión de lo que supuso la caída del nazismo para Alemania y nos ofrece una ventana a la psique de un pueblo que pasó en pocos años de la cima del mundo a lo más hondo del abismo. ¡Esperamos que sea de vuestro interés! Cordialmente, Claudia Casanova, Editora FLORIAN HUBER ESTÁ DISPONIBLE PARA ENTREVISTAS POR VIDEOCONFERENCIA

Al final de la Segunda Guerra Mundial, en todo el este de Alemania la gente se suicidó para evitar que las tropas del Ejército Rojo que arrasaban la región saqueando, violando y matando, les dispararan o les capturaran. Fue una ola de suicidios a una escala gigantesca, personas que terminaron con sus vidas de innumerables maneras. Se estima que 10.000 mujeres solo en Berlín se quitaron la vida después de ser violadas por soldados del Ejército Rojo. En Demmin, se calcula que se suicidaron más de 1.000 personas de una población total de 15.000. Una de cada quince personas se quitó la vida. El número total de muertes que se cobró la epidemia de suicidios en Alemania al final de la Segunda Guerra Mundial no puede calcularse de forma fiable. Independientemente de si hablamos de una cifra inferior o superior a los seis dígitos, se trata, en cualquier caso, de un fenómeno de masas de proporciones aterradoras, que es donde radica su importancia.