En 1577, la Infanta María de Portugal escribe sus memorias en su lecho de muerte. Es la última generación de la Dinastía de Avís, hija del difunto rey Manuel I de Portugal y de Leonor de Habsburgo, hija mayor de Juana la Loca. La herencia de ambos la ha convertido en una de las mujeres más ricas de su tiempo. Usada como peón en la política de su familia, como también lo fue su madre, quien la abandonó en Portugal con apenas dos años para casarse con el rey de Francia obedeciendo el dictado de su hermano Carlos V, la vida de la Infanta María se verá marcada por una sucesión de propuestas matrimoniales, en función de diversos intereses políticos, siempre frustradas.
Lejos de allí, en el poderoso monasterio de Santa María de Flor da Rosa, el hermanastro de la infanta María, Luis de Portugal, fue nombrado prior para evitar que tuviera descendientes legítimos que un día disputaran el trono. Durante su mandato se producen varios crímenes que las investigaciones de frey Atilio relacionarán con la muerte de una joven herbolaria y el nacimiento de Ana Loira, una niña con una marca en forma de mariposa.
Esa criatura crecerá con la familia de un médico judío perseguido por la Inquisición. Su conocimiento de las plantas medicinales y su extraña capacidad de sentir una quemazón en el cuerpo ante la inminencia de la muerte la llevará a servir a la corte de Portugal, la familia de la Infanta María, de la mano del boticario Nuno, hasta que un miembro de la Casa de Avís se cruce en su camino y su destino se vea marcado por el amor y la desdicha.
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