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jueves, 1 de septiembre de 2016

13.- NOVEDAD "Gestarescala" de Philip K. Dick y "La casa en el límite" de William Hope Hodgson









Cátedra
 





NOVEDADES






la casa en el límite


    
LA CASA EN EL LÍMITE
William Hope Hodgson

Ed. Jesús Jiménez Varea
 
Publicada originalmente en 1908, La casa en el límite es la obra maestra del escritor británico William Hope Hodgson, y uno de los libros mas importantes e influyentes del género de horror sobrenatural de todos los tiempos.

Dos amigos van de vacaciones a Kraighten, una diminuta aldea situada en la parte occidental de Irlanda. Explorando aquella zona yerma, despoblada, la pareja llega hasta el umbrío caos de lo que en tiempos pretéritos debió ser un jardín y, más tarde, descubren los restos de un edificio construido en el borde de un abismo con forma de cráter. Al hurgar entre el montón de escombros, hallan un libro estropeado por las piedras. Cuando comienzan a leerlo, este resulta ser el diario de un hombre viejo, de identidad desconocida, que vivía solo en la antigua casa con su hermana y su perro. Se trata del extraño e inverosímil relato de La casa en el límite. Y por él sabrán de la caverna que existe bajo la casa, de los monstruosos seres porcinos que habitan más adentro y de las planicies desoladas que se esconden en otra dimensión, más allá del espacio-tiempo, a la que es transportado en una espantosa visión el infortunado narrador del diario.






Gestarescala


    
GESTARESCALA
Philip K. Dick

Ed. Julián Díez

 
Mezcla de distopía y de alegoría cuasi junguiana sobre el espacio interior, Gestarescala (Galactic Pot-Healer en el original) es prácticamente el único de los grandes libros de Philip K. Dick que no se había publicado nunca en España.

Gestarescala comienza un jueves de abril de 2046 en Cleveland, en la República Comunal de los Ciudadanos de América, una distopía totalitaria de corte comunista. El protagonista, Joe Fernwright, está desempleado y vive del subsidio. Antes era alfarero, como lo había sido su padre, en los tiempos en que un puchero de barro era algo maravilloso y los objetos no eran todos de plástico. Ahora su única forma de esquivar la cruda vacuidad de la sociedad global, su única forma de romper la soledad y el aislamiento, es descolgar el teléfono, conectar vía satélite con algún lugar remoto y participar en El Juego. Pero, un buen día, los servicios de Fernwright son requeridos en el Planeta del Labrador, junto con los de otros seres alienados y desahuciados de toda la galaxia.
 





Para más información:
Laura Galán / Ediciones Cátedra / Comunicación y prensa/ 91 393 87 98
lgalan@anaya.es


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