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LA CASA EN EL LÍMITE
William Hope
Hodgson
Ed. Jesús Jiménez
Varea
Publicada originalmente en 1908, La
casa en el límite es la obra maestra del escritor británico
William Hope Hodgson, y uno
de los libros mas importantes e influyentes del género de horror
sobrenatural de todos los tiempos.
Dos amigos van de vacaciones a Kraighten, una diminuta aldea situada en
la parte occidental de Irlanda. Explorando aquella zona yerma,
despoblada, la pareja llega hasta el umbrío caos de lo que en tiempos
pretéritos debió ser un jardín y, más tarde, descubren los restos de un
edificio construido en el borde de un abismo con forma de cráter. Al
hurgar entre el montón de escombros, hallan un libro estropeado por las
piedras. Cuando comienzan a leerlo, este resulta ser el diario de un
hombre viejo, de identidad desconocida, que vivía solo en la antigua
casa con su hermana y su perro. Se trata del extraño e inverosímil
relato de La casa en
el límite. Y por él sabrán de la caverna que existe bajo la
casa, de los monstruosos seres porcinos que habitan más adentro y de
las planicies desoladas que se esconden en otra dimensión, más allá del
espacio-tiempo, a la que es transportado en una espantosa visión el
infortunado narrador del diario.
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GESTARESCALA
Philip K. Dick
Ed. Julián Díez
Mezcla
de distopía y de alegoría cuasi junguiana sobre el espacio interior, Gestarescala (Galactic Pot-Healer
en el original) es
prácticamente el único de los grandes libros de Philip K. Dick que no
se había publicado nunca en España.
Gestarescala
comienza un jueves de abril de 2046 en Cleveland, en la República
Comunal de los Ciudadanos de América, una distopía totalitaria de corte
comunista. El protagonista, Joe Fernwright, está desempleado y vive del
subsidio. Antes era alfarero, como lo había sido su padre, en los
tiempos en que un puchero de barro era algo maravilloso y los objetos
no eran todos de plástico. Ahora su única forma de esquivar la cruda
vacuidad de la sociedad global, su única forma de romper la soledad y
el aislamiento, es descolgar el teléfono, conectar vía satélite con
algún lugar remoto y participar en El Juego. Pero, un buen día, los
servicios de Fernwright son requeridos en el Planeta del Labrador,
junto con los de otros seres alienados y desahuciados de toda la
galaxia.
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Para más información:
Laura Galán / Ediciones Cátedra / Comunicación y
prensa/ 91 393 87 98
lgalan@anaya.es
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