Este junio, la literatura nos invita a transitar por paisajes inquietantes, luminosos y profundamente humanos. En Los mensajeros de la oscuridad, John Connolly nos sumerge en un caso estremecedor donde la duda, el miedo y lo sobrenatural se entrelazan en los bosques de Maine; en Una curiosidad sin barreras, Carlota Álvarez recupera la figura visionaria de Beatriz de Moura, verdadera artífice de uno de los catálogos editoriales más audaces de la segunda mitad del siglo XX; y Françoise Sagan nos narra, en la nueva presentación de Buenos días, tristeza, un inquietante verano bajo el sol abrasador de la Costa Azul. |
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