96.- Una curiosa historia sobre el sexo

 

Una curiosa historia sobre el sexo, de la escritora, historiadora y conferenciante británica Kate Lister, una mirada didáctica y divertida sobre el acto sexual a lo largo de los siglos, basada en los amplios conocimientos adquiridos por la autora en su proyecto Whores of Yore.   «Una maravillosa cornucopia de desviaciones y deseos». The Times Books of the year   Para más información, por favor poneos en contacto con nosotras. ¡Un saludo!

A LA VENTA:  9-5-22

«Un viaje salvaje gracias a un enfoque irreverente». The Times   El acto sexual no ha cambiado desde que supimos qué iba dónde. Lo que evoluciona es el guion social, las formas en que la sociedad dicta el modo en el que se entiende culturalmente el sexo y la manera en que se practica.   Partiendo de los amplios conocimientos adquiridos en su proyecto de investigación Whores of Yore (Putas de antaño), Kate Lister publica esta original guía ilustrada de la extraña historia del sexo humano en todas sus formas. Más que un estudio exhaustivo de las peculiaridades sexuales, perversiones y rituales, esta obra se centra en cómo han cambiado las actitudes hacia el sexo, en un relato crítico de los comportamientos que tenemos en la búsqueda —y negación— del todopoderoso orgasmo. Los temas seleccionados por Lister proporcionan un contexto valioso a las inquietudes actuales, en particular a los asuntos de género, raza, vergüenza sexual, belleza, lenguaje e ideas que hay detrás de la regulación del deseo. Además, en el transcurso de sus páginas leeremos sobre pruebas de virginidad, consoladores vegetales, trabajo sexual masculino, tests de impotencia medievales, robots de testículos en el siglo XX, búsqueda de orgasmos en bicicleta, burdeles de muñecas sexuales, etc. Una curiosa historia del sexo es una obra documentada y divertida en la que la autora nos anima a echar un vistazo a cómo la historia ha dado forma a la comprensión del sexo tal y como la conocemos hoy en día.

«Los humanos son las únicas criaturas que estigmatizan, castigan y se avergüenzan de sus deseos sexuales. Si bien todos los animales tienen rituales de cortejo, ningún animal salvaje ha ido a terapia para confesar su fetichismo por el látex. La abeja reina se acuesta hasta con cuarenta parejas en una sesión y vuelve a su colmena empapada de semen, con las pollas cortadas de sus conquistas, pero ni un solo zángano la llamará "puta". Los babuinos macho se follan alegremente todo el día sin temor a ser enviados a terapias de "reorientación sexual". Por el contrario, la culpa que sentimos los humanos por nuestros deseos puede ser paralizante, y se infligen severos castigos a aquellos que rompen las reglas».