La literatura infantil y juvenil aún en la actualidad vive una constante censura de lo políticamente correcto y pedagógicamente adecuado. Los adultos, a veces sin darnos cuenta, censuramos las lecturas de la infancia conduciendo así sus pensamientos y conclusiones. La literatura debe ser libre, fomentar el debate y el sentido crítico, y ayudarnos a crecer como personas leyendo pasajes bellos pero también incómodos como la vida misma.
En relación a este tema Takatuka tiene una nueva propuesta, Amy y la biblioteca secreta. Esta novela juvenil es una denuncia de la censura que está sufriendo la literatura infantil por parte de los adultos a partir de experiencias de censura real en Estados Unidos. El libro nos invita a reflexionar sobre el derecho a la lectura que tiene todo niño y niña.
Amy y la biblioteca secreta
Alan Gratz, reconocido autor de novelas juveniles, nos trae un nuevo título que ha obtenido varios premios y menciones de la crítica americana. Cuando Amy se dirige a la biblioteca de la escuela para recoger su libro favorito, descubre que no está en su estantería. En un principio piensa que otra persona se lo ha llevado, pero la bibliotecaria le explica que se ha visto obligada a retirarlo porque algunos padres creen que el libro no es apropiado para una escuela primaria. Con el paso de los días, la lista de libros censurados por el consejo escolar irá creciendo. Amy y sus amigos reaccionarán y crearán su propia biblioteca, la Biblioteca de Libros Prohibidos la Taquilla, y vivirán una entretenida aventura en la que los grandes protagonistas son los libros. Una novela sobre chicas y chicos valientes, sobre la censura y sobre la libertad de leer.
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