Baluarte del conocimiento y sinónimo de la libertad de ideas desde su fundación hace un siglo, la Biblioteca Americana de París se convirtió en una de las escasas ventanas abiertas a la cultura durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial. Gracias a la heroica labor de las personas que allí trabajaban, la prestigiosa institución nunca llegó a cerrar sus puertas y sus fondos siguieron circulando pese a las prohibiciones de los jerarcas nazis. En esta cautivante novela, Janet Skeslien Charles reconstruye esta página desconocida del pasado con un relato que pone de relieve el valor de unas mujeres que lo arriesgaron todo por proteger el incalculable acervo de una ciudad imperecedera.
Odile Souchet acaba de hacer realidad su sueño: por fin ha conseguido el empleo que tanto ansiaba en la Biblioteca Americana de París, un lugar frecuentado antaño por grandes escritores, en cuyas salas se preserva una de las mayores colecciones de la literatura universal. Pero la guerra todo lo cambia. Ante el asedio nazi, Odile se expone a perder aquello que más le importa, incluida su querida biblioteca, y para impedirlo decide unirse a la Resistencia y hacer lo que sea para garantizar que los abonados, incluso los declarados indeseables, sigan teniendo acceso a los tesoros del centro, aunque eso implique cargar con una culpa que le oprime el corazón. Un secreto que, cuarenta años más tarde, depositará en manos de la joven Lily con el propósito de inculcarle con su propio ejemplo la trascendencia de las decisiones personales y, sobre todo, para que no olvide nunca el poder de los libros, auténticos faros en los momentos de mayor adversidad. |
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