En 2018 Manuel Rivas publicó Contra todo esto, un manifiesto rebelde, una denuncia a algunas de las cuestiones que se estaban imponiendo en las conciencias de todos: el pensamiento único, el ataque contra la lucha feminista, el abandono de la educación, el ataque mortal contra la naturaleza, la banalidad de la política, el triunfo de los criterios económicos sobre cualquier otro que defendiera los derechos sociales o individuales... Dos años después, todo sigue igual y desde Alfaguara tenemos el placer de publicar Zona a defender, que estará en librerías este 5 de noviembre. Acostumbrados a analizar y actuar sobre lo que nos sobra o sobre lo que no tenemos, Rivas sugiere una vía revolucionaria: la búsqueda de un tercer espacio de reflexión sobre todo aquello que nos falta. En cada página de este libro brilla el compromiso social y ecológico del autor, así como su sensibilidad, su mirada original y aguda del mundo, su ironía, su humor y la belleza de su prosa. |
Zona a defender define una utopía por la que debemos luchar, una utopía austera, sí, pero cuyo objetivo es buscar nuevas formas de la abundancia. En un mundo centrado en el rendimiento económico e industrial de todo lo que nos rodea, este libro propone una reflexión esperanzada y profundamente literaria sobre la necesidad de impulsar un cambio de significado de las palabras sociedad, naturaleza, poder, individuo, cultura, creación. Pero nada está perdido, todo es posible todavía. Otro mundo es posible o, como dice el propio autor en uno de los textos que componen el volumen, otro fin del mundo es posible. |
Defiendo una internacional de las conciencias indóciles que ya no dejará dormir a las conciencias tranquilas. Defiendo la posibilidad. El primer paso es decir: «Es posible». Defiendo la posibilidad de ser humanos. Defiendo una república de iguales, una ruptura con la corrupción. Defiendo un nuevo contrato de la sociedad con la naturaleza. Defiendo una austeridad fértil, una abundancia creativa. Defiendo una soledad solidaria. Defiendo un nuevo lenguaje imaginativo contra la política del daño. Defiendo un humor amoratado, sabotear el dogmatismo con ironía. Defiendo un feminismo que emancipe a las mujeres y libere a los hombres del «histerismo masculino». Defiendo descolonizar la imaginación, contar historias para sostener el cielo. Defiendo una nueva lucha por la libertad. Defiendo la prohibición en la posesión de armas, con una excepción: la risa. Defiendo el acuerdo entre generaciones. Defiendo el arte de la escucha, defiendo ver lo que no está «bien visto». Defiendo la democracia afectiva. Defiendo los libros demasiado largos, las películas demasiado lentas. Defiendo el arte de caer. Defiendo pensar lo impensable. Hago boxeo de sombras. Camino por el horizonte enfermo. El pesimismo rebelde va de la mano de una esperanza indócil. |
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario