Carlos Cardeñosa es un escritor que en el pasado tuvo cierto éxito, pero que en el presente ya no puede escribir. Tiene ideas para una novela que le parecen muy buenas, pero no puede materializarlas en un texto. Para conseguirlo contrata a «un negro» que, siguiendo sus ideas, le escribirá furtivamente la novela. Y esta comienza: un hombre mayor conoce a una hermosa mujer en el restaurante de un tren, un escritor le comunica a su desconsolado editor y examante que su próxima novela no se la editará él, un novelista se instala en Brasil para terminar la novela que estamos leyendo y un agobiado Cardeñosa recibe en su casa a todos los personajes inacabados de la novela.
Vivimos en una sociedad en la que todos queremos ser distintos a lo que somos; nos gustaría cambiar de coche, de casa, de pareja, de valores, tener más grandes los senos, operarnos la nariz. En La sociedad de los personajes inacabados los caracteres conocen a sus autores cuando los están creando, lo que les permite participar en su propia creación. Les piden que les hagan cambios mediante adjetivos, descripciones, diálogos y que, sobre todo, los definan y los acaben, ya que si los autores abandonan sus textos, los personajes morirán.
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