La ciudad de la lluvia
de Alfonso del Río
El thriller en el que un jugador del Athletic y la hija de un empresario serán los protagonistas de investigar una oscura trama.
En el Bilbao de principios de los años ochenta, tres misteriosas muertes unirán los destinos de varios personajes sin conexión aparente. Nadie puede esconder la verdad para siempre...
Para conectar al lector con el alma de la ciudad, el escritor Alfonso del Río escoge el fútbol y en concreto uno de los momentos más míticos en la historia del equipo rojiblanco: en 1983 el Athletic de Clemente, con Zubizarreta y Goikoetxea, arrebató la Liga, en el último partido, al Madrid de Juanito, Camacho y Del Bosque. Entonces la ciudad vivió uno de los episodios más épicos de su historia, con la celebración del título de los futbolistas sobre la icónica Gabarra, la barcaza que comunicaba la orilla del Bilbao más industrial con la aristocrática, consiguiendo así, unir más al pueblo como nada antes lo había hecho.
En el Bilbao de principios de los años ochenta, tres misteriosas muertes unirán los destinos de varios personajes sin conexión aparente. Nadie puede esconder la verdad para siempre...
Para conectar al lector con el alma de la ciudad, el escritor Alfonso del Río escoge el fútbol y en concreto uno de los momentos más míticos en la historia del equipo rojiblanco: en 1983 el Athletic de Clemente, con Zubizarreta y Goikoetxea, arrebató la Liga, en el último partido, al Madrid de Juanito, Camacho y Del Bosque. Entonces la ciudad vivió uno de los episodios más épicos de su historia, con la celebración del título de los futbolistas sobre la icónica Gabarra, la barcaza que comunicaba la orilla del Bilbao más industrial con la aristocrática, consiguiendo así, unir más al pueblo como nada antes lo había hecho.
La ciudad de la lluvia
Berlín, 1941 – Bilbao, 1983
«Esta novela es un homenaje a mi ciudad. El Bilbao de los años 80, que tiró de su alma más que nunca para salir airosa de aquella época y convertirse en lo que hoy es. Una ciudad que prosperó heroicamente, a pesar de llorar el terrorismo, y sufrir las peores inundaciones del siglo. La ciudad de la lluvia.»
Alfonso del Río
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