Páginas

jueves, 21 de septiembre de 2017

119.- Aura Carlos Fuentes


el próximo miércoles, 27 de septiembre, llega a las librerías, tras dos décadas inédito en España, Aura, de Carlos Fuentes, ilustrado por Alejandra Acosta. 
Desde las primeras líneas, el lector es absorbido por la narración en segunda persona: juego de espejos que lo mimetiza con el personaje de esta historia vertiginosa, y lo sumerge en una atmósfera inquietante y misteriosa.


Imágenes integradas 1


Aura
Carlos Fuentes
Ilustraciones de Alejandra Acosta
Epílogo de María Negroni

Uno de los escritos más trepidantes de Carlos Fuentes vuelve a ser publicado, tras dos décadas inédito en España. Desde las primeras líneas, el lector es absorbido por la narración en segunda persona: juego de espejos que lo mimetiza con el personaje de esta historia vertiginosa, y lo sumerge en una atmósfera inquietante y misteriosa: un Aura poblada por sombras ambiguas y silencios enmohecidos. Recorrerá los cautivadores ambientes de una vieja casona, de un fantástico jardín, con pasos ahogados, que dibujarán la silueta aviesa de un laberinto elevado por encima de toda linealidad temporal. Este tiempo bífido es una de las formas en que se expresa la constante dualidad que late en la nouvelle. La figura del doble irrumpe desde cada uno de los simbolismos que conforman los ejes de este particular espacio vital y se extiende hacia el lector, convocándolo al lugar de actor en este singular escenario. Tal y como puntualiza la poeta y ensayista María Negroni en el epílogo de esta edición, «”Aura” quiere decir luz, halo, pero también ave rapaz». En efecto, un filo binar recorre la obra: en cada hoja acerada lo ominoso y lo familiar se alternan en un trenzado que, paulatinamente, desdibuja sus fronteras. En el esplendor se insinúa lo luctuoso; en el centro de la lozanía reverbera la purulencia de la decrepitud. Una novela con marcada impronta visual que Alejandra Acosta explora y profundiza —en palabras de Negroni: «Fuentes narra como si filmara, capturando el presente psicológico con verbos activos y deficientes, usando el suspenso y la premonición»—. Sus sensuales collages dan cuenta de la amalgama —intrínseca al relato de Fuentes— entre la cultura europea y la exuberancia americana, al tiempo que intensifican los contrastes mediante la yuxtaposición del verde y del rojo, resaltan la decadencia del esplendor victoriano y dan cuerpo tangible a ese espejismo en forma de oasis que nos invita a entrar en sus arenas movedizas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario