Nos llena de satisfacción presentar en nuestra Biblioteca Castro los tres primeros tomos de las Obras completas de Ramón del Valle-Inclán, sabiendo que ponemos a disposición del lector una edición exquisita, que lleva detrás años de meticuloso trabajo a cargo del Grupo de Investigación Valle-Inclán de la Universidad de Santiago de Compostela; el gran equipo de especialistas, dirigido por Margarita Santos Zas, gracias al cual hemos podido materializar este gran proyecto.
Dentro de los cinco tomos que integran sus Obras completas, hemos dedicado los tres primeros a la narrativa de ficción y ensayo, mientras que su producción teatral y poética se han destinado a los dos últimos. El orden en todas ellos ha sido el cronológico de publicación, de modo que comenzamos con la narrativa breve de Femeninas y Epitalamio para adentrarnos en el segundo volumen con las Sonatas y la Trilogía de la Guerra Carlista. Como broche quedaría, entonces, el ciclo de El Ruedo Ibérico que ocupa, casi íntegramente, el tercero de los tomos.
Esto nos permite contemplar al escritor en constante evolución, pues desde Femeninas, su opera prima, hasta la inconclusa Baza de Espadas, Valle ha sido testigo de más de cuatro décadas de profundos cambios políticos, sociales, culturales y biográficos. Así, lo descubrimos como un hombre inconformista, lúcido e independiente que, mucho más allá de los tópicos que lo sitúan como un escritor bohemio, revisa los textos obsesivamente y gestiona cada detalle de sus libros (desde el diseño de la portada hasta la compra del papel o la venta a los libreros). Y nos permite entender su modernismo, ese que hace de Las Sonatas o Flor de Santidad pequeños museos en sí mismos, como una declaración de sus principios estéticos además de una protesta frente a la realidad histórica que le tocó vivir. Toda una época que va desde el desastre de Annual y el desgaste de la Restauración, hasta el horror de la I Guerra Mundial retratado en La Media Noche o sus viajes a México que le hacen solidarizarse con el espíritu de la revolución y los tiempos de la República. Fruto de esta estancia nacerá una de sus obras maestras, la gran novela del dictador Tirano Banderas que fragmenta el discurso de forma premeditada y multiplica las perspectivas de la narración para mostrarnos una nueva forma de hacer literatura.
Sin duda, la obra de Valle-Inclán se inscribe como una pieza clave en la renovación de los lenguajes artísticos que tuvo lugar durante el periodo de entreguerras.
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