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jueves, 22 de septiembre de 2016

174.- El valle feliz ANNEMARIE SCHWARZENBACH




NOVEDAD

El valle feliz
ANNEMARIE SCHWARZENBACH
El relato más intimista y biográfico de quien Thomas Mann
bautizó como “El ángel devastado”

 
Una estancia en el valle persa del río Lahr es la excusa para reelaborar un texto anterior y convertirlo en el espejo de sus dramas íntimos. La de Annemarie Schwarzenbach fue una  vida corta pero intensa marcada por la angustia existencial, la homosexualidad, las drogas y la búsqueda de la identidad en largos viajes por Persia y Oriente, Europa, Estados Unidos y África. La inseparable amiga de Klaus y Erika Mann, la compañera de viaje de Ella Maillart, la amiga de Malraux y la gran pasión de Carson McCullers traza en estas páginas su relato biográfico más intimista y el más osado debido a una  sinceridad implacable. La vida en este valle, recreada años después, se convierte en una alegoría de la soledad, el amor y la muerte, pero también del esfuerzo por sobrevivir a pesar de verse a sí misma “perdida, apátrida, a merced del viento, del frío, del hambre… siempre sola, empujada hasta el mismo borde del abismo”.

Como en otras de sus obras el camino es una imagen simbólica, que siempre parece conducir a una dirección  equivocada: “Hubo un tiempo —escribe en este relato— en que todos los caminos estaban abiertos. ¿Y cómo es que no me conformé con eso? ¿Por qué me empeñé con tanta obstinación en dar rodeos, en seguir caminos equivocados? Todos acabaron aquí arriba, en este «Valle Feliz» del cual ya no podemos salir”.
 

 
 “Me reprocháis que me ponga intencionadamente en peligro, que esté dispuesta a malgastar mis fuerzas con cualquier aventura, pero que no esté dispuesta a probar ninguna tarea de una «vida normal».
¿Cuál imagináis que es la aventura?”

 
ANNEMARIE SCHWARZENBACH
Zürich, 1908 – Sils, Engadina, 1942. Arqueóloga, periodista y escritora de viajes tuvo una vida nómada que la llevó  por Oriente y Asia, Europa, Estados Unidos y África.  Perteneció a una generación condicionada por la crisis moral que afectaba a la Europa de entreguerras y la adicción a las drogas. Algunos de sus relatos y correspondencia fueron destruidos a su temprana muerte por la madre, pero otros sobrevivieron, como Todos los caminos están abiertos y Muerte en Persia, que años después reescribió en estas páginas: El valle feliz, que ahora se traducen por primera vez.
 
Se ha dicho...
“Sucumbió al lado oscuro de la vida en un naufragio existencial, doloroso, pero que nos ha dejado el regalo de páginas bellísimas”. Jacinto Antón, EL PAÍS.
"Creía en el sufrimiento. Lo veneraba como la fuente de toda grandeza". Ella Maillart enEl camino cruel. LA LÍNEA DEL HORIZONTE.
"Si usted fuese un hombre, debería ser declarado excepcionalmente hermoso". Thomas Mann.
“Escribía impulsada por una pócima de alcoholes y drogas que aceleraban su pulso a igual velocidad que la ansiedad braceaba en la penumbra”. Antonio Lucas,  EL MUNDO.
 “Me fascina el personaje, la escritora, el espíritu que late bajo esa apariencia a la vez frágil y fascinante". Álvaro de la Rica. HOBBYHORSE.

 
Un documental para conocer mejor a la escritora y viajera Annemarie Schwarzenbach:

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