|
Último
sábado de soledad es una
hermosa y emotiva pictonovela. En este diminuto tebeo de escasas palabras,
un hombre mayor se sienta a la mesa de la cocina, melancólico; los
platos se apilan en el fregadero y una cafetera borbotea en el
hornillo en una tranquila escena de desesperación existencial: se
trata de un viudo que debe visitar la tumba de su esposa. Un
tebeo evocador en el que la narración fluye sin esfuerzo de viñeta a
viñeta. Elegante, inteligente y conmovedor. (8,50 €, a la venta el 22 de julio)
|
|
|
Hopey
está en paradero desconocido y alguien ha decidido que su foto
decorando los cartones de zumo podría ser un buen reclamo para dar
con ella. Maggie, mientras tanto, sigue lidiando con su propio sino,
reencontrándose con su pasado, con la historia de su vida,
arrepintiéndose de esto y aquello, peleando con esos kilos de más y
echándole ganas al porvenir. El influjo de ambas es decisivo para el
ambiente que se respira en las calles de Hoppers, aunque ninguna
tiene muy claro que ése sea su lugar en el mundo... (19,90 €, a
la venta el 22 de julio)
|
|
|
|
|
Sacudirse
la banana, zurrarse la sardina, tocar la zambomba, darle al manubrio,
cargar el mosquete, peinar la nutria, hacerse una gayola o pelársela
como un mono. Cuando una actividad
humana admite tantos nombres será porque es importantísima para la
pervivencia de la especie. Llega un momento en la vida de todo
adolescente en que la urgencia por aparearse se convierte en obsesión.
Es entonces cuando la práctica clandestina de la masturbación aparece
como sustitutivo y se instala como una de nuestras necesidades
básicas. La más básica de todas, de hecho. Tan divertido como
inteligente, tan descacharrante como sutil, este manual en torno al
amor propio es la mejor guía posible para sobrevivir a la ansiedad,
no quedarse ciego y mantener una vida sexual rica y saludable. Una
lectura terapéutica y edificante para jóvenes de todas las edades. (9,90 €, a la venta el 22 de julio)
|
|
|
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario