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miércoles, 20 de mayo de 2015

185.- Crímenes ejemplares Max Aub

 


Crímenes ejemplares
Max Aub
Ilustraciones de Liniers
Libros del Zorro Rojo, Barcelona
www.librosdelzorrorojo.com

«No hay tantos crímenes como dicen, aunque sobran razones para cometerlos» explica Max Aub en su prólogo y estas no suelen ser tan oscuras como pensamos. Asesinar al que en vez de comer, rumia; a quien mira al techo indiferente mientras hace el amor o matar a alguien simplemente por aburrimiento son ideas que pueden haber cruzado la mente de cualquiera de nosotros en más de una
ocasión.

Los Crímenes ejemplares son un compendio de testimonios anónimos que muestran los razonables y al mismo tiempo disparatados motivos que llevaron a sus autores a cometerlos. En este sentido, la de Aub no es sino una confesión más, la que da inicio al libro:  «Me declaro culpable y no quiero ser perdonado. Estos textos —dejo constancia— no tienen segundas intenciones: puro sentimiento».

Todos conocemos al Liniers historietista por su tira cómica Macanudo, que comenzó a publicarse en 2002 en la Argentina y que hoy en día se edita en multitud de países. Cualquiera puede identificar su estilo aparentemente ingenuo o su uso del factor sorpresa como generador del humor absurdo, pero es otro Liniers el que descubrimos en las páginas de estos Crímenes. Sin perder de vista sus técnicas
de composición tradicionales ni la experimentación constante que caracteriza su producción, Liniers abandona aquí su estilo más contenido para dialogar con los rasgos esenciales de la obra de Aub, para dibujar la violencia y hacerlo con violencia: sus trazos rápidos como cuchillazos, en una atinada
bicromía de rojo y negro, acompañan la serie de brevísimos textos que componen los Crímenes ejemplares.

Max Aub los fue escribiendo a lo largo de muchos años, quitando y añadiendo textos, por lo que prácticamente no existen dos ediciones iguales de la obra. Estos están impregnados de un potente humor negro y una fuerte irreverencia formal, y en ellos, lo grotesco del crimen se trabaja a través de la repetición creativa, como él mismo explica: «Siempre que pude evité la monotonía, que es otro
crimen».

Leer, reír y reflexionar son un mismo fruto que madura a  través de las páginas de este libro, compuesto no solo de crímenes, sino también de secciones tan variopintas como «De suicidios» y «De gastronomía», y que hemos querido cerrar, como corresponde, con la sección «Epitafios».

«El crimen es un tema omnipresente en los medios y aún no lo había abordado en profundidad en mis otros trabajos. Mientras hacía estos dibujos, sucedió la masacre de Charlie Hebdo, la desaparición de los estudiantes en Ayotzinapa, el asesinato de 141 estudiantes en Kenia y una matanza masiva
de Boko Haram en Nigeria. Si bien este libro está repleto de todo tipo de crímenes, la estupidez humana siempre se las arregla para superar expectativas».

Liniers

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