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Invitación
al baile
Rosamond
Lehmann
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Una
novelista de la más alta tradición y, sin embargo, una innovadora: la
primera escritora en narrar verdaderamente sus historias a través de las
percepciones y sentimientos femeninos.
«Un
modelo de selección y compresión…
Combina algo de la
mundanidad de Colette
con la perspicacia
imaginativa de Virginia Woolf».
Cyril
Connolly
«Lehmann
construye un humor, una atmósfera,
que es propiamente
suya y nunca se olvida. Esa voz íntima
de las mujeres
hablándose a sí mismas».
The
Sunday Times
«Lehmann
es imbatible en la descripción de la sociedad,
tanto al hablar de
la bohemia londinense
como al hacerlo
acerca de las clases altas».
Vogue
Un diario para sus pensamientos íntimos, un adorno de
porcelana, un billete de diez chelines y un retazo de tela de seda roja
para su primer vestido de noche. Éstos son los regalos que Olivia recibe
al cumplir diecisiete años. Comienza entonces a soñar con su primer
baile, a prepararse para él, a anticiparlo: será un acontecimiento
maravilloso, el más importante hasta ahora de su limitada vida social, se
dice. Y, sin embargo, también siente algo de miedo: se encuentra, pues,
entre la expectación y la incertidumbre. Para su encantadora hermana
mayor Kate, ese esperado baile será, sin duda alguna, un triunfo, pero
¿cómo lo vivirá la tímida y algo torpe Olivia?
Como en los mejores cuentos de Katherine Mansfield, en los
relatos «dublineses» de Joyce, en las novelas de Virginia Woolf… hay algo
de atemporal (esa cualidad eterna y que convierte en sublimes los más
pequeños detalles) en el mundo descrito por Rosamond Lehmann en esta
novela. Al hablarnos de Olivia, que fantasea, teme y sueña a la vez,
Lehmann captura a la perfección las emociones de una chica que se
encuentra en la edad de paso entre la infancia y la madurez. Un rito que,
al mismo tiempo, abre y cierra puertas gigantescas.
A pesar de las décadas que han pasado desde que se
escribió esta soberbia novela, las preocupaciones de Olivia serán
intensamente familiares para cualquiera que haya sido joven y tímido.
Lehmann observa y describe de forma brillante cada emoción: la agotadora
anticipación, los breves lapsos de esperanza cada vez que un hombre la
saca a bailar, las pequeñas decepciones que siguen y la necesidad de
retirarse para, a solas, pensar con calma en lo que está ocurriendo… y,
así, respirar de nuevo. Sin duda, una obra tan sutil como profunda.
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Colección
El Pasaje de los Panoramas / 14×21,5 cm / 280 páginas / 18,00 €
Traducción de Regina López Muñoz /
978-84-15217-89-3
Fecha de
publicación: 4 de mayo de 2015
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Rosamond Lehmann
(Bourne End,
Buckinghamshire, 1901 – Londres, 1990)
Lehmann perteneció a una familia de escritores, editores y
artistas: su padre, Rudolph Chambers Lehmann, fue uno de los fundadores
de la revista Granta
y editor del Daily
News; su hermano, John Lehmann, fue escritor y tuvo su propia
editorial; su hermana fue la actriz Beatrix Lehmann; y su bisabuelo,
Robert Chambers, fundó el Diccionario Chambers. Rosamond fue educada en
casa, con tutores privados, hasta que fue a la Universidad de Cambridge,
donde estudió Literatura inglesa y Lenguas modernas y medievales. Poco
después de terminar allí, en 1923, se casó con Walter Leslie Runciman
(vizconde Runciman de Doxford), pero la pareja se divorció poco tiempo
después, en 1927.
En ese mismo año, Lehmann publica su primera novela, que
fue un succès de
scandale y la llevó a la fama siendo aún muy joven: Dusty Answer, muy
alabada por la crítica. Otras de sus obras más conocidas son A Note in Music
(1930), Invitación al
baile (1932), The
Weather in the Streets (1936), The Ballad and the Source (1944), The Echoing Grove
(1953), y A Sea-Grape
Tree (1976). También publicó una obra de teatro, una
colección de cuentos y un «álbum» fotográfico de sus amigos (Rosamond Lehmann’s Album,
1985), entre los que se contaban varios miembros de Bloomsbury, como
Leonard y Virginia Woolf, Dora Carrington o Lytton Strachey. En 1928
volvió a casarse, con Wogan Phillips, segundo barón de Milford. Tuvo con
él un hijo y una hija, pero tampoco este matrimonio sería feliz. Aunque
no se divorciaron hasta 1944, desde finales de los años treinta, Lehmann
mantuvo una relación amorosa con el poeta Cecil Day-Lewis, padre del
conocido actor Daniel Day-Lewis.
Admirada por muchísimos escritores de generaciones
posteriores (Jonathan Coe se ha convertido en uno de sus grandes
«redescubridores»), Rosamond Lehmann fue nombrada Comendador de la
Excelentísima Orden del Imperio Británico en 1982.
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