Autor: Alvaro Botija
Título: Operación Matrioska
Punto de venta: Amazon
Nº páginas: 344
Rusia, un mundo que da
rienda suelta a la imaginación
Por Macarena Quijada
Ni
es historiador, ni escritor profesional, ni periodista. Tampoco aspira a que
Operación Matrioska se convierta en un best
seller. Alvaro Botija es informático de profesión porque en su día le
dijeron que esa carrera tenía futuro. Y efectivamente ha tenido futuro. Le ha
permitido viajar por muchos países, establecerse en otros y embeberse de miles
de experiencias y culturas. Sin duda, su paso por Rusia ha sido el que más le
ha marcado. Nidal de su primera novela.
Tampoco
pretende que Operación Matrioska le saque de pobre. Como verán en su punto de
venta, Amazon, tan sólo cuesta 0,89 euros.
Precisamente
es la humildad y sencillez de un madrileño informático lo que enriquece esta
novela de ficción. ¿Autobiográfica? Pues en cierto modo también, pero para
saber más, se aconseja visitar su sitio web: www.operacionmatrioska.es.
Si
leen los comentarios en Amazon o en su página de Internet verán que muchos
hablan de una novela “trepidante”, que “se
lee del tirón”. Y es cierto. Alvaro
Botija, exquisito amante del cine, ha sabido dar a esta lectura unas pinceladas
cinematográficas que la hacen muy atractiva.
Sin
embargo, la sensibilidad y profundidad con la que recrea a sus personajes, y no
hay pocos, hace que vaya más allá de un thriller
puro. Si cogen algunos de sus pasajes, sin mencionar de qué obra se trata y se
la leen a amigos, conocidos, o a ese que está leyéndose el periódico y tomándose
un lait russe, puede que le digan:
“¿qué bonito, es de García Márquez?”.
A
estas alturas querrán saber de qué va Operación Matrioska. Como intuirán, no se
les dará en estas líneas un mero resumen objetivo. ¿Con qué me quedo? Con la
peculiar manera que tienen Oleg y Eva de comunicarse y con los gestos de buena
vecindad de Maria. Como se ha comentado al principio, la novela está ambientada
en Rusia. Sus calles, algunos de sus barrios e edificios emblemáticos bajo
mantos de nieve. Sin embargo, yo me quedaría con la floristería, donde sin
comerlo ni beberlo, tendrán lugar no sólo podas, siembras y ventas de ramos de
rosas a amantes arrepentidos, sino que se convertirá en el núcleo del desenlace
de esta trama terrorista.
Leer
este hibernal thriller en verano,
momento en que salió, seguro que habrá refrescado muchas de las tardes de
algunos lectores. Acompañar Operación Matrioska de una buena taza de té o
Cola-Cao calentito, con una manta cubriéndoos del frío, sentados en un
confortable sofá o cama, será sin duda un buen placer para el invierno.
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