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miércoles, 3 de septiembre de 2014

48.- La muerte de la bien amada




Septiembre de 2014

La muerte de la bien amada
Marc Bernard
La muerte de la bien amada
Else y Marc se conocieron en una Europa en guerra. Se amaron durante más de treinta años y Marc escribió su historia de amor, que sigue viva más allá de la muerte.

«Dos veces, y por mi culpa, estuve cerca de perderla. La conocí en el Louvre, ante la Venus de Milo, una mañana del otoño de 1938. Al mismo tiempo que ella rondaba la escultura, yo la rondaba a ella».
Hay que decirlo desde el primer momento: este libro es excepcional. Fue escrito en estado de gracia y desgracia a la vez. Desde el momento en que supieron que Else, la mujer del autor y narrador, iba a morir pronto, comenzó de verdad, para ella y para su marido, un nuevo y extraño periodo de felicidad. Fue la cima de su amor, el momento en el que se amaron mejor y en el que revivieron todo lo que su encuentro les había aportado a lo largo de la vida.
Gracias a esta narración —que obtuvo un gran éxito de crítica y público en Francia— descubrimos, además, la excepcional personalidad de Else Bernard. Siendo una joven judía, tuvo que huir de su país, Austria, para escapar del Holocausto, y se instaló en París durante algún tiempo. Tenía previsto partir hacia América, pero un día se encontró en el Museo del Louvre con aquel a quien no abandonaría ya. Comenzó así la historia, hoy mítica, que albergan estas páginas de Marc Bernard: su calidad humana y su eco son consecuencia de la gravedad de la temática, pero también, y sobre todo, del tono —a la vez apasionado y reflexivo, sugerente y preciso— con el que evoca la figura de su memorable esposa.
Colección El Pasaje de los Panoramas / 14×21,5 cm / 144 páginas / 14,50 €
/ Traducción de Regina López Muñoz / 978-84-15217-76-3
Marc Bernard

De padre mallorquín y antiguo obrero fresador, sindicalista y autodidacta —pues abandonó la escuela a los doce años para hacerse recadero—, Marc Bernard(Nimes, 1900-1983), sacia su «sed» de cultura escribiendo cuentos y novelas cortas que envía de forma anónima al diario L’Humanité. En 1928, su primera novela, Zig-zag, es aceptada en laNouvelle Revue Française y Bernard pasa a formar parte, gracias a Henri Barbusse, de la redacción de la prestigiosa revista Mondecomo secretario y crítico literario. Desde ese momento se vuelca en el periodismo, tanto en la prensa escrita como en la radio (presenta durante un tiempo un programa literario en la radio nacional, y milita en Radio Madrid durante la Guerra Civil), además de en la escritura. Publica Au secours! en 1931, y en 1934 Anny, obra que le valdrá el Premio Interallié. Tras su desmovilización, escribe Pareils à des enfants, novela de tintes autobiográficos por la que obtiene el Premio Goncourt en 1942. De vuelta en París tras la liberación ya no dejará de escribir, y publicará, entre otras, Vacances en 1953, Salut, camarades en 1955 ySarcellopolis, su investigación sobre los habitantes y las formas de vida en una nueva urbanización, en ese mismo año. En 1970 es galardonado por el conjunto de su obra con el Grand Prix Poncetton de la Société des Gens de Lettres.
La muerte de su esposa, Else, le inspiró tres libros fundamentales: La muerte de la bien amadaAu-delà de l’absence y Tout est bien ainsi.


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