LA TIENDA VINTAGE DE ASTOR PLACE
Una hermosa novela que hace revivir el origen de los
grandes almacenes y su fascinante historia a lo largo de un siglo.
4 de abril
Amanda Rosenbloom
regenta una pequeña tienda vintage en Manhattan, cuyas prendas escoge con
mucho criterio. Al acudir a comprar el vestuario de la anciana Jean Kelly,
encuentra un viejo diario escondido en un antiguo baúl y, sin decir nada,
se lo lleva y se sumerge en su lectura. El diario perteneció a Olive
Westcott, una joven que llegó a Manhattan en 1907 que, tras la inesperada
muerte de su padre, tuvo que aprender a valerse por sí misma. Gracias a su
ingenio y determinación, Olive consiguió cumplir su sueño de llegar a ser
encargada de compras en unos grandes almacenes.
En su diario, Amanda
encontrará las fuerzas para poner en orden su vida, incluso cuando un
cambio en su contrato de alquiler puede suponer el fin de su negocio.
La
moda de los grandes almacenes es más tendencia que nunca, ya que mientras
que en el terreno económico forman parte del pasado, en el ámbito de la
ficción se utilizan como recuerdo de un mundo de glamour desaparecido. En
España, se acaba de estrenar la nueva serie de televisión Velvet ambientada en
las Galerías Velvet, todo un referente de la alta costura en la España de
finales de los años cincuenta.
En
el Reino Unido la serie The
Ladies Paradise cuenta la historia de Denise, una joven que se
traslada a una ciudad del noroeste de Inglaterra en 1870 con la esperanza
de que su tío le dé trabajo en su tienda de telas.
Como
en el caso de Stephanie Lehmann, la autora de La tienda vintage de Astor Place, The Ladies Paradise
está inspirada en El
Paraíso de las damas, del francés Émile Zola, la novela que
cuenta las venturas y desventuras de una modista de unos grandes almacenes.
A
partir del libro Shopping,
Seduction and Mr. Selfridge, la serie Mr. Selfridge se basa
en la vida de Harry Gordon Selfridge, un empresario estadounidense que creó
de la nada Selfridges, la emblemática cadena británica de grandes
almacenes.
El personaje de
Olive Westcott, una joven que llega en 1907 a Manhattan, con el sueño de trabajar en unos grandes
almacenes como encargada de compras, pero su padre se lo
prohíbe, porque una mujer de buena familia tenía que dedicarse
exclusivamente al matrimonio y la crianza de los hijos, y estaba muy mal
visto que trabajase si podía permitirse no hacerlo. Tras la muerte de su
padre, su abogado le anuncia que está arruinada debido a las fuertes
bajadas de la Bolsa.
Por ello, al
encontrarse sin recursos, utiliza todo su ingenio para conseguir un empleo como vendedora en los
grandes almacenes Siegel Cooper. Después de falsificar una
carta de recomendación consigue su primer trabajo y puede empezar a hacerse
un sitio en Nueva York. Poco a poco, irá
deslumbrando a su jefa con sus ideas originales sobre la venta de cremas,
y la nombran encargada de la nueva sección de maquillaje para señoras de
clase alta. Algo inédito hasta entonces, ya que era algo propio de las
mujeres de clase baja.
Así vemos cómo los
grandes almacenes se adaptan a los cambios de la mujer en la sociedad, y
también los impulsan. En la novela, somos
testigos de la manera de vender de la época, de cómo eran las máquinas de
cobrar, los escaparates, etc.
La llegada de los grandes almacenes supuso un
cambio en la moda femenina e importaron el prêt-à-porter,
acercando al público general prendas ya confeccionadas para todos los
bolsillos.
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