Una sorprendente y extraordinaria historia real que narra
la lucha por la supervivencia de un grupo de niños en un campo de concentración
nazi
Aborda una vertiente totalmente desconocida del
Holocausto y la actitud ejemplar y conmovedora de la autora que encarna la
tenacidad y el espíritu invencible de la infancia. Un hecho que le ha llevado a
ser éxito de ventas en todos los países en los que se ha publicado
6 de octubre de 2013.-Hetty
Verolme nació en Bélgica en 1930. En 1931 su familia se trasladó a Amsterdam,
pero su mundo cambió para siempre cuando la II Guerra Mundial estalló en 1939 y
los alemanes ocuparon los Países Bajos en mayo de 1940. En 1943 Hetty y su
familia fueron enviados al campo de concentración nazi de Bergen-Belsen -el
mismo donde falleció Ana Frank-, experiencia que más tarde recogería en esta
obra literaria, con gran éxito de ventas en los numerosos paises donde se ha
publicado, que acaba de editar Almuzara.
Hetty es una sorprendente y extraordinaria historia real:
la de la lucha por la supervivencia de un grupo de niños en un campo de
concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial. Se trata de una
narración autobiográfica en la que la autora muestra el rol maternal que adoptó
siendo una adolescente, durante su reclusión en el campo, y revela cómo ella y
sus hermanos superaron toda suerte de adversidades tras ser separados de sus
padres y confinados en la Casa de los Niños en Belsen, Alemania.
Se trata de uno de esos libros que dejan honda huella
tras su lectura. La historia de Hetty Verolme nos brinda un documento insólito
sobre el horror nazi, capaz de conmover el corazón más frío, ya que aborda una
vertiente totalmente desconocida del Holocausto y la actitud ejemplar y
conmovedora de la autora que encarna la tenacidad y el espíritu invencible de
la infancia.
Y es ahí es donde Hetty triunfa, como lo
hicieron antes El Diario de Ana Frank o El niño con el pijama de
rayas, entre otros. Su historia nos muestra el horror, sí, pero
también que en medio del mismo hubo seres humanos dispuestos a arriesgarse en
favor de sus semejantes, incluso de rescatar la alegría de estar vivo.
Este testimonio de resistencia ante la adversidad
imperecedero y atemporal sigue suscitando el interés de los lectores, de un
lado, porque todavía asombra que un pueblo culto como el alemán se dejase
enrolar en semejante atrocidad por el delirio mesiánico de un iluminado; de
otro, porque se trata de un telón de fondo estremecedor pero en el que,
justamente por ello, afloró también, en ocasiones, lo mejor del ser humano, su
capacidad para la compasión y la empatía.
Hetty después de sobrevivir a la guerra y de trabajar por
un tiempo en la industria de la moda, en 1954 emigró a Australia. Desempeñó
muchos oficios, de camarera a conductora de autobús, de vendedora al por menor
de puerta a puerta al de agente inmobiliaria.
Finalmente se estableció
como una exitosa impulsora de centros comerciales y grandes superficies. En
1972 Hetty fue distinguida con el premio al Más Exitoso Inmigrante, y en 1977
fue nombrada miembro del Consejo Australiano de Asuntos Étnicos. Durante años
ha participado activamente en una amplia gama de organizaciones comunitarias y
con fines caritativos
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