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martes, 17 de septiembre de 2013

177.- Libros del Silencio cesa sus actividades







Libros del Silencio cesa sus actividades


La falta de su fundador, fallecido en enero del presente año, y los problemas económicos que llevaba tiempo arrastrando llevan a la editorial a presentar concurso de acreedores.

Lamentamos comunicar que, pese a la decidida voluntad de los herederos de Gonzalo Canedo y al trabajo del presente equipo editorial, la pérdida irreparable del fundador y único socio de Libros del Silencio, aparejada a una serie de complicaciones financieras que han terminado resultando insorteables, ha obligado a la empresa a presentar un concurso de acreedores que se hará efectivo este mismo mes de septiembre.

Fundada en enero de 2009, Libros del Silencio empezó su actividad en noviembre del mismo año y deja como legado un catálogo de 52 títulos (el último de ellos, Carmen Amaya 1963, aparecido el pasado mes de mayo) que se caracteriza por su rigor y heterogeneidad, y que se diseñó tratando de cumplir con un único propósito: el de dar salida a obras en las que primase lo literario entendido según una idea personal e inclusiva. A lo largo de estos casi cuatro años de apasionada andadura, y gracias a la tenacidad editora y el empeño constante de Gonzalo Canedo, Libros del Silencio ha lanzado a nuevos talentos nacionales (Carlo Padial, Iván Repila o Princesa Inca) y rescatado a figuras fundamentales de nuestra tradición (Quevedo, Lois Pereiro,  Carlos Casares); puesto en circulación obras clave de un buen número de clásicos modernos (como Robert Stone, John Hawkes o B. S. Johnson), descubierto a voces poderosísimas y ya consagradas (como las de Donald Ray Pollock o Patrick deWitt) y desenterrado piezas maestras que nos eran casi desconocidas (La familia Máshber, de Der Níster, o Las desventuras del príncipe Sternenhoch, de Ladislav Klíma); se ha apuntado tantos en novela, relato, poesía y ensayo, y ha supuesto, en fin, una alternativa que, queremos creer, ha hecho honor a su voluntad de independencia y su apuesta por la calidad, y que, pese a lograr un merecido reconocimiento a su propuesta, se ha visto finalmente perjudicada de un modo fatal por la grave coyuntura económica del país y los cambios y la incertidumbre que afectan a todas las esferas del sector editorial.

Libros del Silencio quiere agradecer su inestimable labor a todos aquellos que, durante todo este tiempo, han contribuido decisivamente a cumplir con los estándares de calidad marcados, aportando numerosas horas de trabajo disciplinado e incansable para que nuestros libros tomaran forma en óptimas condiciones (empleados, traductores, correctores, maquetadores, ilustradores e impresores), así como a los que han sido esenciales para que, una vez salidos de imprenta, esos mismos títulos llegaran con éxito a su destino (distribuidores, libreros, periodistas, críticos), y, muy especialmente, a aquellos que se encuentran en los dos extremos del proceso editorial, y sin los cuales no hubiera sido posible nada de esto: los autores que han confiado en nosotros para dar a conocer sus obras y los lectores que han invertido en ellas, de entre una oferta tan atractiva como difícilmente abarcable, su tiempo y su dinero. Ha valido la pena.

Hasta siempre.

El equipo editorial.


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