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miércoles, 10 de julio de 2013

62.- Avance de novedades






Sabemos que muchos de vosotros estáis a punto de marcharos de vacaciones y nuestro mayor deseo es que os llevéis algún Asteroide en la maleta, como por ejemplo Todo lo que una tarde murió con las bicicletas, de Llucia Ramis, un título con aires de verano que, como veréis al final de este correo, ha recibido estupendos elogios.
Sin embargo, imaginaréis que tenemos ya la vista puesta en los libros que publicaremos en el último cuatrimestre del año y que podéis descubrir en nuestro catálogo de novedades aquí. Por ejemplo, nos hace mucha ilusión la visita a España a principios de septiembre de Peter Cameron, autor de Algún día este dolor te será útil (Libros del Asteroide, 2012), de quien presentaremos su última novela, Coral Glynn. También apostaremos fuerte por E. M. Delafield, una ilustre representante del humor inglés que fundó casi un género literario con su Diario de una dama de provincias: una divertida novela en forma de diario que relata las aventuras y desventuras cotidianas de una dama de provincias en la Inglaterra de los años treinta; la publicaremos en octubre. Y os queremos avanzar que, después del éxito las pasadas Navidades de El dinero en The New Yorker, estamos preparando ya (y riéndonos con) La oficina en The New Yorker, otro tema que, pronto lo comprobaréis, ha motivado algunas de las mejores viñetas humorísticas de la mítica revista norteamericana.
Además de estos tres títulos, presentaremos también nuevos libros de autores de la casa (George V. Higgins, Robertson Davies), publicaremos a uno de los autores más relevantes de la literatura inglesa contemporánea, Philip Hensher, y recuperaremos libros clásicos de Lernet-Holenia y Rafael Bernal.

Un afectuoso saludo,
Luis Solano

Algunos de los lectores de Todo lo que una tarde murió con las bicicletas han dicho:
«Esta novela destila autenticidad. El verso de Gimferrer que da título a la obra Todo lo que una tarde murió con las bicicletas, evoca el final de la etapa de juventud, pero esta no es una novela melancólica y retrospectiva, sobre la pérdida. Para nada. Es rebelde, nostálgica, inquisitiva, emotiva, insurgente, lírica, fresca, madura… Llucia Ramis nos sumerge en el relato de la trayectoria de una familia, con sus picos y valles, auge, esplendor, caída, vuelta a empezar… Y lo hace con una mirada sincera que traza un retrato no edulcorado de la memoria familiar. «No es una autobiografía», se apresura a matizar la autora. Una cuestión en cierto modo irrelevante, el pasado también es una construcción. Y el lenguaje, una forma de transformarlo.» Iñigo Urrutia, (Diario Vasco)
«Ramis mantiene siempre un pie en el presente y otro en el pasado para sopesar los hechos, evocar los aromas de lo pasado pero sin dejarse ir por la vía de una nostalgia desmedida y escribir con pasión y entereza sobre asuntos delicados, atendiendo al sentimiento pero también a la lucidez ganada con los años para ofrecer un ejercicio de gran literatura memorialista.» Lluís Satorras, Babelia (El País)
«Llucia Ramis tiene un estilo envidiable. Ojalá lo perciban por esos mundos y ella siga escribiendo con tanta fuerza, tanta gracia, y tanto poder de hondura.» Juan Cruz
«Desde Hipérbole queremos recomendar un libro especial, diferente, un pequeño trozo de vida. Libros del Asteroide edita el que deseamos que sea el libro del verano. La escritora balear Llucia Ramis, nos regala, con uno de los títulos más atractivos de la temporada, una historia repleta de sentimiento, cercana y actual. Si os gustó Algún día este dolor te será útil, no dejéis de leer Todo lo que una tarde murió con las bicicletas. Es imposible no sentirse identificado con esta joven de treinta años en busca de respuestas. Imprescindible.» Pedro, Librería Hipérbole de Ibiza
«Lo he leído en estas noches inquietas de feria, me tranquilizaba, me ha dado sosiego, es natural, medida la reflexión, la poesía y el humor. Muchas gracias por editarlo.» Lola Larumbe, Librería Rafael Alberti de Madrid
«Leer a Llucia es una desgracia, de verdad, no se lo recomiendo, lo que parece un inocente juego de voyeur lector de recuerdos ajenos, acaba en una implicación sentimental tal que engancha, y se van a sentir gozosamente huérfanos después de esta andanada de sinceridad y frescura de estilo. Delicia.» Adolfo López Chocarro, Librería Zubieta de San Sebastián
«Es un libro estupendo y una auténtica delicia. Sorprendente, cercano, sencillo, humano, lleno de vitalidad. Yo no sé hacer crítica literaria pero si sé qué libros me emocionan y me llenan de satisfacción. Y este ha sido el último desde hace mucho tiempo. Creo sinceramente que van a ser muchísimos los clientes de El Tranvía que, al igual que nosotros, van a disfrutar con esta obra.» José Luis del Val, Librería El Tranvía de Madrid
«El libro me encantó. Me gustan mucho las memorias de infancia y éstas contadas «a salto de mata» me han parecido muy evocadoras, las anécdotas de familia (tan diferentes la paterna de la materna) me han gustado mucho. Por otra parte, el tema de la vuelta a casa sin trabajo, sin dinero y habiendo perdido la independencia es de total actualidad, y yo creo que todos conocemos gente cercana que está pasando por ello.» Estrella García, Librería Oletvm de Valladolid
«Una emocionante y brillante novela sobre la familia que se mece entre la crónica generacional y el libro de memorias más clásico. Un libro terriblemente sincero que desprende madurez en todas sus páginas.» Librería Atlántida de Granada
«Es un libro sincero, honesto, una obra en la que la autora se busca contándose y el lector se encuentra leyéndolo. (…) Gratifica la capacidad de Llucia Ramis de llevar al terreno literario discusiones actuales sin caer en la propaganda ni el proselitismo, los personajes sí, ellos se pueden permitir la lucidez o la obcecación que les sea propia, pero la autora muestra la irritación sin irritar y eso es de agradecer.» Andrés Barrero, Libros y literatura
«Llucia Ramis ha creado una verdad superlativa independientemente de que la realidad que construye sea mentira. (…) No dejen de leerla, las páginas 129 y 130 levantarían de su tumba al mismísimo Bukowski.» Sonia Fides, Blog Mademoiselle Joue avec son revolver

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