Nota
de Prensa
Península publica ¿Dónde
estoy en esta historia? de EMIR
KUSTURICA, memoria sentimental,
política y cinematográfica de uno de los más
grandes directores de cine de la segunda mitad del siglo XX, dos veces ganador
de la Palma de Oro del Festival de Cine de Cannes.
Inusual
y provocador, el libro es un impresionante testimonio de lucidez no exento de
ironía y humor:
Kusturica
consigue arrancarnos la emoción, sátira y melancolía, a modo de un
Cinema
Paradiso
actual, y marcar un estallido sentimental de la mano de anécdotas y personajes
reales. Como Fellini, Kusturica sabe cómo
decirlo.
«Los
mejores diálogos y la mejor escenografía no bastan para hacer una gran película.
Esta idea me consoló. Sin duda también el amor se construye en las pausas
místicas entre las palabras, entre los sueños. El sentimiento aflora en todas
las acciones que emprende el hombre, aunque jamás descubre el misterio ni
encuentra la respuesta a la pregunta: “¿Cuál es el ingrediente más energético
para la relación amorosa?”. Porque cuando los misterios se desvanecen, cuando el
amor se esfuma, las personas se separan y solo piensan en cosas tangibles y a
menudo feas.
A
pesar de mis nobles ideas sobre el amor, seguía sin abrir la boca. ¿Iba a
tomarme por un idiota? Por un instante pensé en decirle que estaba saliendo con
una chica, pero ¿para qué mentir? Aunque había oído decir que a las mujeres les
gustan los mentirosos. Acabábamos de conocernos. Sinceramente, no debía de ser
fácil para Maja ser tan guapa, de esa belleza soberana que te coloca entre los
vencedores, como lo era Cassius Clay hasta su combate
contra Frazier. La sublime belleza de las mujeres es
la única prerrogativa que el hombre puede y debe envidiarles. Es indiscutible.
La belleza femenina es el punto de encuentro entre la especie humana y la
eternidad […]
Cuando
se trata de amor, hay un signo que no falla: el viento, al pasar entre las tejas
de los míseros tejados, te trae una voz que dice «te quiero». Y es verdad que
ella nos ama si lo oímos, aunque no nos lo haya dicho. Porque el amor nada tiene
de real. Es como una cifra que contuviera en sí todas las demás cifras. Y como
las cifras no existen realmente, la cifra enamorada tampoco existe. Sin embargo,
ahí está. Creo que entre nosotros todo sucedió aquella noche silenciosa, en el
bar del hotel, y que todo lo que siguió después estaba ya contenido en aquella
primera noche. Como en el caso de Miso y Senka, que se
habían cruzado tantas veces durante décadas. Todo aquel tiempo que habían
consumido iba a convertirse en nuestro amor».
Emir Kusturica
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interés:
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más información, por favor, ponerse en contacto
con:
Desirée
Rubio De Marzo
Responsable
de comunicación
PENÍNSULA, SALSA
BOOKS
T.
91 725 73 04 | Móvil 680 683
717
Historia,
memoria, vivencias, películas, amores, familia, fracasos y éxitos, Cannes,
Berlín, Yugoslavia, Serbia y la música. Escrito
con la energía que
caracteriza su obra, estas páginas son el apasionante repaso de
una vida en marcha y una apuesta por el futuro. Sin duda, la mejor forma de
acercarse a uno de los más brillantes directores de cine de las últimas
décadas.
«El
hombre tiende a olvidar, y con el paso del tiempo el olvido se ha convertido en
un arte fundamental de la especie humana. Si el olvido, ese gran señor, no
atenuara los pensamientos apasionados, los convirtiera en razonables y los
ordenara, nuestro cerebro sería un simple contenedor. Sin el olvido, ¿podríamos
dirigir la mirada al futuro? ¿Qué pasaría si sintiéramos que de nuestra alma no
deja de manar sufrimiento, si el olvido no cubriera los duros momentos de
nuestra vida como las nubes ocultan el sol? Sería imposible
sobrevivir».
«Cuando
yo era un chaval, los adolescentes de Nueva York, Londres y París hacían cola
para comprar los nuevos discos de los
Beatles, Springsteen y Dylan. Hoy en día los jóvenes hacen cola para comprarse
un iPhone 4. También en este caso el olvido es de gran
ayuda. Metemos a Dylan bajo la alfombra del olvido y nos resulta más fácil vivir
en un mundo en el que los objetos, convertidos en centro de atracción, han
suplantado a nuestros héroes favoritos, que cantaban al amor y a la libertad y
luchaban contra la
injusticia. También es el olvido el que nos empuja a aceptar
los principios básicos de una cultura científica que enterrará nuestra cultura
ancestral en los sótanos de los museos. Por supuesto, los que patentaron los
iPhones no diseñaron su juguetito en función de la
tendencia humana al olvido, pero esta tendencia les ha ayudado. Y en las salas
de espera en las que impera este olvido siempre habrá un espacio vacío al que
relegar a los héroes barridos por el tiempo.
Soy
de los que consideran que el olvido es un factor de supervivencia, pero me niego
a ceder a la tendencia actual al olvido. En la actualidad la multitud está
sometida al régimen de las gallinas en batería, cuya memoria se detiene en el
último bocado. Incluso se ha utilizado el olvido para elaborar la teoría del fin
de la historia, que conquistó el mundo en la década de 1990. Los tamborileros
del capitalismo liberal nos han invitado a que dejemos de lado todo apego a
nuestra cultura y nuestra identidad y a que nos dejemos arrastrar por el
torbellino de la revolución tecnológica, que supuestamente canaliza el curso de
nuestro destino y convierte el mercado en el regulador de nuestros procesos
vitales. Esta arrogante pretensión despertó en mí el deseo de sanear mis cuentas
con la memoria, pero también de saldarlas con el
olvido».
«Los
tamborileros del capitalismo liberal nos han invitado a que dejemos de lado todo
apego a nuestra cultura y nuestra identidad y que nos dejemos arrastrar por el
torbellino de la revolución tecnológica, que supuestamente canaliza el curso de
nuestro destino y convierte el mercado en el regulador de nuestros procesos
vitales» (Emir
Kusturica).
EMIR
KUSTURICA
es
director de cine y músico serbio. Nacido en Sarajevo (1954), en la antigua República
Socialista Federal de Yugoslavia (hoy, Bosnia Herzegovina), sus
películas, aclamadas en todo el mundo, han merecido innumerables galardones.
Entre su filmografía y premios destacan ¿Te
acuerdas de Dolly Bell?,
León de Oro en el Festival de cine de Venecia (1981), Papá
está en viaje de negocios,
Palma de Oro Festival de cine de Cannes, (1985), Tiempo
de gitanos,
Premio al mejor director en el Festival de Cine de Cannes (1989),
Sueños
de Arizona,
Oso de Plata Festival de cine de Berlín, (1993), Underground,
Palma de Oro Festival de Cine de Cannes (1995), Gato
negro, gato blanco,
León de Plata en la Mostra
de
Venecia (1999), Drvengrad
(Pueblo
de madera), Premio Europeo de Arquitectura Phillipe Rotthier (2005) y el César, 2005, a la Mejor película de
la Unión
Europea por La
vida es un milagro.
En 2008 realizó el documental Maradona
by Kusturica.
En su faceta de músico, con la The No
Smoking Orchesta, grabó su primer DVD,
Life
is a Miracle in Buenos Aires,
en 2005.
En librerías desde el 17 de mayo
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