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jueves, 22 de octubre de 2009

281.- se publican las memorias «de campaña» del terrorista ruso Boris Savinkov.

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SE PUBLICAN LAS MEMORIAS «DE CAMPAÑA» DEL TERRORISTA RUSO BORIS SAVINKOV:
“EL CABALLO AMARILLO”, LA MÍTICA NOVELA DONDE SE RELATA EL ASESINATO DEL GOBERNADOR GENERAL DE MOSCÚ EN 1906.


Dandi asesino, mujeriego letal, precusor de Camus, la vida y peripecias de Boris Savinkov parecen sacadas de una novela de Dostoievski. Picasso y Apollinaire lo llamaban «nuestro amigo el asesino», y Lenin decía de él que era «un burgués con una bomba en el bolsillo». Impedimenta publica El caballo amarillo, las memorias «de campaña» de Boris Savinkov terrorista de altos vuelos, en que se nos narra cómo preparó y ejecutó el atentado contra el Gobernador General de Moscú, el Gran Duque Sergei, cuñado del Zar, mientras se debate entre el amor de dos mujeres.

Cuando los bolcheviques lo llevaron a juicio por actividades contra-revolucionarias, en concreto por colaborar con el servicio secreto británico para investigar al recién nacido estado soviético, a Boris Savinkov se le permitió pronunciar un discurso en su propia defensa. Era septiembre de 1924, y la revista Time difundió las primeras frases del mismo:«No me asusta morir. Ya conozco la sentencia que me espera, pero no me importa. Yo soy Boris Savinkov, el que siempre jugó a ambos lados de la barrera; Boris Savinkov, revolucionario y amigo de revolucionarios, juzgado ahora por vuestro tribunal revolucionario».
Boris Savinkov fue una de las personalidades más controvertidas (e injustamente desconocidas en España) de la escena política y literaria de principios de siglo en Europa. Nacido en 1879 en el seno de una familia liberal, aunque con simpatías revolucionarias, ya en 1897 se le conoce cierta reputación como activista político, pero también como dandi. En 1899 es expulsado de la Universidad por su participación en el movimiento de protesta estudiantil, y por su pertenencia al partido socialdemócrata. En 1903, en una jugada muy propia de los activistas de la época, Savinkov abandona Rusia ilegalmente y se refugia en Ginebra, por entonces un auténtico nido de revolucionarios rusos, donde se adhiere a la causa del partido socialista revolucionario. Será en Ginebra donde Savinkov tome contacto con el célebre agente provocador Azev, que le introduce en el mundo de la lucha armada. Su bautismo de fuego será el asesinato, en julio de 1904, del Ministro de Interior Plehve. Tras el exitoso atentado, Azev encarga a Savinkov el asesinato del gobernador general de Moscú, el Gran Duque Sergio Alexandrovich, tío y cuñado del Zar. El 4 de febrero de 1905, el Gran Duque moriría tras una explosión causada por una bomba lanzada por Ivan Kaliaev, compinche de Savinkov. Delatado por Azev, quien en realidad actuaba de agente doble, Savinkov es arrestado en mayo de 1906 en Sebastopol. Tras juzgarlo, es condenado a muerte. No obstante, logra escapar, y llega a Francia a través de Rumanía. Allí permanecerá hasta junio de 1908 y allí redactará El caballo amarillo, su novela más famosa, que le dará fama continental. El libro, publicado en 1909 en Rusia, le convierte en una celebridad. En París frecuentará los círculos bohemios, y se hará íntimo de Picasso, Cendrars, Modigliani o Apollinaire, quien se refería a él como “notre ami l’assassin”. Tras el estallido de la revolución rusa de febrero de 1917, regresa a Rusia. Kerenski lo nombra comisario político del 7º Ejército, y pronto llegará a Ministro de la Guerra. Tras la subida al poder de los bolcheviques, Savinkov pasa a la oposición armada. En agosto de 1924, engañado por dos emisarios que le hacen creer en la existencia de una organización de “demócratas liberales” que buscan quien les comande, Savinkov atraviesa ilegalmente la frontera de la Rusia soviética. Es detenido en Minsk al día siguiente de su entrada. La corte militar del Tribunal Supremo de la URSS, reunida de urgencia, le acusa de alta traición. Savinkov reconoce todos los cargos, y es condenado a muerte, pena que se conmuta, tras la capitulación de Savinkov, por diez años de prisión. Savinkov publicará en Pravda, el 13 de octubre de ese mismo año, un artículo titulado “Por qué reconozco el poder soviético”. Desde la cárcel se consagrará a escribir cartas a sus antiguos correligionarios pidiéndoles que dejen las armas. Ciertamente, su estancia en la fatídica prisión moscovita de la Lubianka era bastante atípica: celda individual, libros, periódicos, permiso para escribir ocho horas cada día, eventuales paseos (vigilados) por los alrededores de la prisión. El 7 de mayo de 1925, le escribe a Dzerjinski, fundador y jefe de la checa, la policía política del nuevo estado bolchevique, que derivaría en el célebre KGB: “O me fusilas, o bien me das la posibilidad de que trabaje en algo; estaba contra ti, y ahora estoy contigo; pero he de decidirme de una vez”. Esa misma tarde, morirá tras caer por una ventana. La conclusión más plausible es que se suicidó. El Pravda tardaría cerca de un mes en anunciarlo.

El caballo amarillo, novela hasta ahora inédita en español (salvo por una traducción realizada en 1934 por el marxista Andreu Nin, perdida y además vertida del francés), aunque mítica en varios países europeos como Francia, donde Savinkov es una figura literaria fundamental, narra, con un pulso auténticamente magistral, las andanzas de George O’Brien, trasunto del propio Savinkov, mientras prepara el atentado contra el Gran Duque Sergei, Gobernador General de Moscú. George, antihéroe digno de las novelas de Dostoievski y nihilista redomado, planea el atentado minuciosamente, mientras le atormentan los celos que siente por el marido de su amante, a la vez que cultiva un dudoso romance con Erna, una muchacha perteneciente a su comando y que es la encargada de fabricar las bombas. Hay que decir que esta novela influyó fuertemente en la novela existencialista francesa. De hecho, Los protagonistas desprovistos de emociones de L’Etranger (1942) y de Les Justes (1949) de Albert Camus, deben mucho al narrador al que nada parece importarle de Savinkov. En concreto, Les Justes reproduce el argumento de El caballo amarillo, ya que trata de los preparativos del asesinato de una importante figura del gobierno zarista.

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