colección treintaytantos de Algaida.
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Diario de un amo de casa desafortunado
Sam Holden
Cuando Sam, padre de dos hijos, pierde su trabajo acepta a regañadientes quedarse en casa mientras su mujer regresa al trabajo. En secreto piensa que esto de la paternidad va a consistir en paseos tranquilos por el parque y leer el periódico mientras los niños juegan. Pronto se da cuenta de lo que significa quedarse en casa. Inevitablemente el caos doméstico aparece: sólo conseguir vestirse por la mañana y salir de casa sin tener que ir a urgencias es toda una proeza, como lo es intentar organizar la complicada agenda de juegos de los niños o esquivar los mil y un consejo de las demás mamás que lo acribillan cada vez que va por el parque.
Desesperado por regresar a su vida anterior, Sam se aferra a planes descabellados pero justo cuando todo parece que empieza a aclarase descubre algo sorprendente…
Mi primera vez
Nicolas Rey
“Un día comprenderá. El frigorífico de las tías y todo eso. Las que acumulan Diet Coke, las que coleccionan zumos de naranja hipervitaminados. Comprenderás las cremas depilatorias, los cuartos de baño con o sin bañera, el suero fisiológico para las lentillas de contacto, el hilo blanco o azul que asoma varios días por mes, el tampón, y las compresas, las compresas sin tampón al final y al principio de las reglas. Y el frigorífico de las tías, la manera que tiene de ordenarlo en siete familias distintas, nunca, nunca, oye, en seis años de vida en común, he visto la mantequilla al lado de una cerveza abierta o de una mermelada echada a perder en un frigorífico. Te lo digo, Henry, en el frigorífico de una tía la dejadez no existe.”
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