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viernes, 11 de enero de 2008

75.- Se publica El Diario de un perro de Oskar Panizza


El Diario de un perro es una crítica fabulada del hombre y su decadente civilización; una visión cariñosa, cáustica y naíf, a no más de dos palmos del suelo, del teatrillo humano.

El «más insolente y atrevido, el más ingenioso y el más revolucionario profeta de su tierra».
Tucholsky

«Panizza es la figura más odiosa, la más disonante de toda nuestra literatura actual. Nadie ha atacado con tanta brutalidad como él, en los tiempos del Reich alemán, a la Iglesia Católica y al Papa, a los alemanes y a su emperador».
Prescher

Oskar Panizza (1853, Bad Kissingen - 1921, Múnich) escritor y médico siquiatra de profesión, terminó sus días internado en un manicomio tras un largo periplo por diferentes países europeos y tras diferentes combates a muerte en defensa de su libertad de expresión. La historia de Panizza es la historia de una lucha contra la censura que llega hasta nuestros días (en 1994 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ratificó la prohibición de una película basada en El concilio del amor —los censores siempre tienen una buena excusa en la recámara, y para cada época la suya). Así, la vida de Panizza es la historia de un combate contra la represión y también es la historia de una necesidad imperiosa: la comunicación.

Crítico incorregible de la estupidez humana, y muy especialmente de la religión, escribió entre otros los libros La inmaculada concepción de los papas, El concilio del amor (de próxima aparición en Pepitas de calabaza) o Psicosis criminal, además de cuentos, ensayos y poemas; también animó el periódico Zürcher Discussionen (Las discusiones de Zúrich). Dadas las circunstancias de persecución a su obra, se vio obligado a ser su propio editor hasta que al final ya no hubo ni un solo impresor que se atreviera a sacar a la luz sus escritos.

La presente edición, en la que se reproducen los dibujos que el pintor, grabador y xilógrafo Reinhold Hoberg (Berlín, 1859 – Zingst (Pomerania), 1932) hizo para la edición original, ha sido traducida, por primera vez del alemán, por Luis Andrés Bredlow y lleva una presentación a cargo de Julio Monteverde.

Más en: www.pepitas.net