Louis Auchincloss, que a sus noventa años de edad y con más de sesenta obras a sus espaldas es probablemente el escritor que más y mejor ha retratado las clases dirigentes de su país. En La educación de Oscar Fairfax, aparecida originalmente en 1995 y una de sus obras más representativas, demuestra por qué se le considera el heredero literario de Henry James y Edith Wharton.
En abierto diálogo con el clásico La educación de Henry Adams, la novela de Auchincloss narra la vida de Oscar Fairfax: su nacimiento en una familia de la alta burguesía de Nueva York, el decisivo paso por el colegio y la universidad, el inevitable momento de escoger entre el arte y la abogacía y, con los años, el afianzamiento en la posición laboral y social que le ha sido destinada. Al final termina comprendiendo que la educación es labor de toda una vida y que los valores tradicionales en los que ha sido educado tienen un difícil encaje en el mundo moderno.
Como su personaje, Auchincloss, abogado de profesión, pertenece al mundo de los grandes despachos de abogados, la política, las altas finanzas y las familias patricias de Nueva York. Un mundo que ha retratado, no sin ironía, como nadie, mérito que la crítica le ha reconocido así como escritores como Gore Vidal e incluso su propia ciudad, Nueva York, cuya oficina de conservación del patrimonio le declaró «monumento viviente» (living landmark) en 1991.
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