jueves, 5 de marzo de 2009
80.- Noticias de Tusquets Editores
Muerte en Estambul Petros Márkaris
Tras la boda de su hija Katerina, el comisario Kostas Jaritos decide tomarse unos días de descanso y viajar con Adrianí, su temperamental mujer, a Estambul, ciudad estrechamente relacionada con la historia de Grecia. Así pues, mezclado con cientos de turistas, Jaritos se lanza a admirar iglesias, mezquitas y palacios mientras degusta la gastronomía del lugar y discute no sólo con su mujer sino también con los miembros del grupo con el que viaja. Sin embargo, todo se tuerce cuando algo aparentemente tan nimio como la desaparición de una anciana en un pueblo de Grecia se convierte de pronto en un caso de asesinato, pues informan a Jaritos de que han encontrado muerto a un pariente de esa anciana... y de que ésta se dirige a Estambul. Jaritos tendrá que trabajar codo con codo con el suspicaz comisario turco Murat, e irá internándose en la pequeña comunidad que conforman los griegos que todavía, tras el éxodo masivo que protagonizaron en 1955, permanecen en la ciudad.
La mujer del mediodía Julia Franck
Novela ganadora del Deutscher Buchpreis 2007, premio otorgado por la asociación de editores y libreros alemanes a la mejor novela en alemán del año.
Acabada la segunda guerra mundial, cuando por fin cabe pensar en un futuro mejor, Helene abandona a su hijo de siete años en el andén de una estación de tren. Para entender las circunstancias que han podido llevarla a cometer algo así, es necesario retrotraerse a la infancia de Helene, cuando vivía con su hermana Martha y sus padres en Bautzen; al penoso retorno del padre de la primera guerra mundial; a la locura que va adueñándose de su madre, que es judía; a la liberación que sienten cuando, fallecido el padre, las dos hermanas se trasladan a casa de su adinerada tía Fanny, que vive en Berlín, y a cómo ésta las introduce en la bohemia de los dorados años veinte. Pero en Berlín la vida no resulta fácil, y mientras Martha se ve inmersa en una espi ral de excesos de la que no puede salir, Helene vive una dramática historia de amor, con la creciente amenaza nacionalsocialista de fondo.
Máscaras Leonardo Padura
En la tupida arboleda del Bosque de La Habana aparece un 6 de agosto, día en que la Iglesia celebra la transfiguración de Jesús, el cuerpo de un travesti con el lazo de seda roja de la muerte aún al cuello. Para mayor zozobra del Conde, aquella mujer «sin los beneficios de la naturaleza», vestida de rojo, resulta ser Alexis Arayán, hijo de un respetado diplomático del régimen cubano. La investigación se inicia con la visita del Conde al impresionante personaje del Marqués, hombre de letras y de teatro, homosexual desterrado en su propia tierra en una casona desvencijada, especie de excéntrico santo y brujo a la vez, culto, inteligente, astuto y dotado de la más refinada ironía. Poco a poco, el Conde va adentrándose en el mundo hosco en el que le introduce lad inamente el Marqués, poblado de seres que parecen todos portadores de la verdad de Alexis Arayán… ¿Pero dónde, en semejante laberinto, encontrará el Conde su verdad?.
Cuatro noches Romanas Guillermo Carnero
Cuatro noches romanas es la obra de quien ama la mezcla, única en el mundo, de magnificencia y miseria, de belleza y sordidez, que es y ha sido siempre Roma; empieza por ser una ofrenda a la ciudad y una evocación suya, como antes lo fueron Verano inglés para Londres y Fuente de Médicis para París.En la oscuridad real y simbólica de la noche romana, y durante cuatro días sucesivos, el poeta mantiene largos diálogos con un hosco personaje femenino, que bien pudiera ser la Muerte, a quien ha acudido en busca de respuestas, serenidad y olvido. De esos encuentros brota una cambiante relación de atracción y desprecio, y en ellos se plantean cuestiones que tienen mucho de recapitulación vital y meditatio mortis: el vacío que deja el paso del tiempo; la ilusoria capacidad salvadora del amor, la belleza, la imaginación y el arte; el sinsentido de la prolongación de la vida en la vejez.El libro se autodefine con sendas citas de Hölderlin, Shelley y Chateaubriand, tres escritores románticos alejados sin embargo del patetismo por su interiorización de las cuestiones existenciales. Y, en ciertos pasajes, el poema entabla analogías intertextuales o adquiere connotaciones culturales, evocando a Keats, Cornelio Galo o Quevedo, Rafael, Poussin, Bach, Bernini o Borromini. Por su articulación discursiva, su densidad emocional y su lenguaje simbólico, Cuatro noches romanas lleva a su mejor cota la trayectoria formada por los libros publicados por el autor en el último decenio.
Juliette o Las prosperidades del vicio Marqués de Sade
«El vicio divierte y la virtud cansa», afirma Juliette, la protagonista de esta obra que el marqués de Sade publicó en 1796 (y fue inútilmente prohibida). En ella, Juliette, que ha visto el amargo final de su hermana Justine –la heroína de Justine o Los infortunios de la virtud–, se entrega sin escrúpulos al vicio y al crimen, pues los considera, entre otras cosas, medios para obtener placer.Juliette se inicia en el exceso de la mano de la abadesa Delbène, en el convento de Panthemont, donde se desarrollan orgías en que participan clérigos, monjas y novicias en un ambiente macabro. Tras dedicarse a la prostitución, Juliette, con diecisiete años, se acerca a depravados como el libertino Noirceuil o el bello Saint-Fond, ministro de Estado. Sus aventuras la llevan a Italia, donde conoce a célebres criminales de su época, como el caníbal Minski, la princesa lesbiana Borghèse, la incestuosa Lady Clairwil o la envenenadora Durand. Los crímenes y transgresiones se suceden hasta que, como afirma Octavio Paz, «al final de su peregrinación, Juliette puede decir, como el monje budista: todo es irreal».En esta obra, singular entre las escritas por el «Divino Marqués» debido al papel preponderante que en ella desempeñan las mujeres, y de manera destacada Juliette, el autor se inspiró en hechos reales acaecidos en su época y aprovechó para arremeter contra los que le habían arrebatado su libertad.